El hecho de que aumente el número de adolescentes que vapean es algo que preocupa seriamente, como no podría ser de otra forma. Pero se debe tener una amplitud de miras y no sesgar los datos y la información. Por eso, desde aquí, vamos a intentar arrojar un poco de luz sobre esta sobra.
El dato aislado
Ya hay numerosos estudios un diferentes países que lo corroboran. Cada día hay más jóvenes de entre 14 y 18 años que vapean de manera habitual.
Utilización de la información
Los datos están ahí y no se pueden debatir, pero están siendo utilizados de manera torticera e interesada por parte de estamentos gubernamentales, farmacéuticas, etc, que quieren seguir demonizando el vapeo y que utilizan estos datos para pedir legislaciones perversas contra el sector, que lo abocan a su desaparición y por ende, condenan a muerte a todos aquellos fumadores que, potencialmente, podrían dejar de fumar gracias a esta herramienta.
Enlazando datos
Lo que no suelen hacer es ofrecer una visión general y completa de las informaciones que suelen arrojar los estudios completos. Es cierto que cada año aumenta el número de adolescentes que hacen uso de los vaporizadores personales, pero también lo dicen las mismas encuestas, más del 80% de éstos consumían tabaco de manera habitual antes de usar el cigarrillo electrónico. Y de ellos, un 70% ha dejado de consumir tabaco gracias al vapeo.
Otro estudio muy revelador que se viene llevando a cabo en Reino Unido desde 2010, indica que desde 2002 a 2006, el índice de reducción de fumadores entre población adolescente se situaba en el 12/13%. Desde la irrupción del vapeo en 2010 y el aumento de su consumo por parte de esta franja de población, en 2014 ese índice de exfumadores se colocó en 35% y en el 50% en 2018. Es bastante lógico pensar que exista una relación directa entre el mayor numero de personas que vapean con que haya menos fumadores.
Reflexionado
Sería justo pues, si admitimos que aumenta el número de vapeadores entre la juventud, concluir que en buena medida y gracias a ello, la cantidad de exfumadores es mucho mayor. O lo que viene siendo lo mismo, cuando crece el número de personas que vapean, desciende el número de fumadores.
Y este, y no otro, es el verdadero fin del vapeo. Es una herramienta para dejar de fumar y reducir los daños que provoca en las personas.
No te dejes engañar con manipulaciones baratas. Mira a tu alrededor y pregunta a alguna persona que haya dejado de fumar gracias al vapeo. Él/ella, te explicarán en primera persona el proceso y como de dañino era el tabaco en su organismo y como siente se desde que vapea.